¿COMO SE PRODUCEN?
Lo que descubrió el
equipo de investigación fue que las células cancerosas son mucho más blandas
que las células normales, y que las diversas células cancerosas examinadas
poseían todo el mismo grado de blandura, con muy poca variación entre ellas.
Las células cancerosas suelen agruparse
y formar tumores. Un tumor en crecimiento se transforma en un bulto de células
cancerosas que destruyen a las células normales que rodean al tumor y dañan los
tejidos sanos del cuerpo. Esto puede hacer que una persona se enferme
seriamente.
A veces, las células cancerosas se separan del tumor original y se
dirigen hacia otras partes del cuerpo. Allí continúan creciendo y pueden formar
nuevos tumores. Ésta es la manera en la que se extiende el cáncer. Cuando un
tumor se extiende a una nueva parte del cuerpo, recibe el nombre de
"metástasis”.
Cuando el cáncer hace metástasis, o sea, cuando
invade a otros órganos aparte del de origen, las células enfermas deben viajar
a través del cuerpo. Al ser estas células mucho más flexibles, o blandas, que
las células normales, desgraciadamente les es más fácil entrar en el torrente
sanguíneo y maniobrar en espacios anatómicos estrechos.
SINTOMAS
Estas células cancerosas, que tienden a
propagarse, pueden provocar una acumulación de fluidos en cavidades del cuerpo
como son el pecho y el abdomen. Pero las acumulaciones de fluidos en los
pacientes no siempre son una señal de la presencia de células cancerosas. Si el
fluido pudiera ser estudiado con rapidez y fiabilidad, buscando células
cancerosas, los oncólogos podrían tomar mejores decisiones acerca de si se
necesita aplicar un tratamiento, y en caso de que sí, cuán agresivo debe ser.
CANCER DE PIEL.
El principal factor de riesgo para desarrollar un
cáncer de piel son los llamados rayos ultravioleta procedentes de la luz solar,
que producen mutaciones en el ADN de las células que se acumulan durante años.
El cáncer de piel es la forma más frecuente de
cáncer en la población de piel blanca. Los tres tipos principales de cáncer de
piel son, el carcinoma basocelular, el carcinoma de células escamosas (que
tiene altas posibilidades de curación), y el tipo más grave, que es el melanoma
maligno.
Las personas que están expuestas a los factores de
riesgo deben prestarle atención a úlceras o irritaciones crónicas que no
cicatrizan: lunares y otras marcas de nacimiento que aumenten de tamaño o
cambien de color.
La exposición a los rayos ultravioletas (UV) del
Sol y del ambiente parece ser el factor ambiental más importante en la
aparición del cáncer de piel. Las medidas para protegerse del Sol pueden
prevenir el cáncer de piel si se utilizan de forma constante. Los rayos
ultravioletas procedentes de fuentes artificiales de luz, tales como los lechos
de bronceado y las lámparas solares, son tan peligrosos como la radiación solar
y por lo cual también deben evitarse.
Tipos de
cáncer de piel más frecuentes
·
Epiteliomas
o carcinoma no melanoma de piel: este grupo corresponde principalmente al
carcinoma epidermoide de piel y al carcinoma basocelular. Los epiteliomas son
los cánceres más frecuentes en el ser humano y se excluyen en la incidencia del
cáncer porque tienen una prevalencia universal con la edad.
·
Melanoma
maligno de piel: (véase también melanoma)
·
Metástasis
de otros cánceres en la piel: cutánide o cutánides, también conocidas como
letálides o metástasis cutáneas.
·
Miscelánea:
otros tipos de cánceres en la piel menos frecuentes como: Linfoma cutáneo, como
la micosis fungoide.
·
Sarcoma
de Kaposi.
·
Dermatofibrosarcoma
o histiosarcoma maligno.
·
Carcinoma
de Merkel.
Factores de riesgo
El Autoexamen de Piel
Debe hacerlo una vez al mes con la ayuda de un
espejo y una buena iluminación. Al hacer el autoexamen debe buscar:
Nuevas marcas en la piel: lunares, manchas,
coloraciones, protuberancias.
Lunares con cambio en tamaño, textura, color o
forma.
Lunares o lesiones que no sanan o sangran.
Lunares con bordes desiguales, diferencia de color
o asimétricos.
Medidas de Protección
Use
protectores solares con un SPF 15 como mínimo.
Aplicarse
los protectores media hora antes de exponerse al sol.
Repita la
aplicación cada 2 ó 3 horas.
Evite el sol
entre las 10 am y las 4 pm.
Busque
sombras en los espacios abiertos y use sombrillas.
No exponga a
los bebés al sol.
Use lentes
de sol, que filtren los rayos ultra violeta.
No emplee
camas solares o cabinas de broncear.
No se
exponga demasiado tiempo a los rayos ultra violeta.